lunes, 18 de febrero de 2013

La ciénaga

Como bulbos vanhacia allá
entre cabezas sin hueso
al revés.

Y, y, no; pausa.
Se detiene y muerde la fruta enviciada de 'hogo
de ahogo en leche.

Y, ¡tanto grato flan en tanta grata argucia!; y
no,
 no,
  no,
aquello revolotea,
como huevas de camaleón en vientres calientes,
como leche cuajada en tetilla vacía.

Aquellos; no tan lejanos ni no tan amantes, cruzan los pies;
engarzan sus estrías a la miel.

Engullida ésta en tronos de celdas, de celdas
de presas obesas que claman merienda y pastel,
que claman vigilia llorando
hiel.

1 comentario:

  1. Ahora le veo sentido, me encanta.
    Sobre todo eso de:

    ¡tanto grato flan en tanta grata argucia!

    y lo de:

    Aquellos; no tan lejanos ni no tan amantes, cruzan los pies;

    y lo de:

    presas obesas que claman merienda y pastel,
    que claman vigilia llorando
    hiel.

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