Como bulbos vanhacia allá
entre cabezas sin hueso
al revés.
Y, y, no; pausa.
Se detiene y muerde la fruta enviciada de 'hogo
de ahogo en leche.
Y, ¡tanto grato flan en tanta grata argucia!; y
no,
no,
no,
aquello revolotea,
como huevas de camaleón en vientres calientes,
como leche cuajada en tetilla
vacía.
Aquellos; no tan lejanos ni no tan amantes, cruzan los pies;
engarzan sus estrías a la miel.
Engullida ésta en tronos de celdas, de celdas
de presas obesas que claman merienda y pastel,
que claman vigilia llorando
hiel.
Ahora le veo sentido, me encanta.
ResponderEliminarSobre todo eso de:
¡tanto grato flan en tanta grata argucia!
y lo de:
Aquellos; no tan lejanos ni no tan amantes, cruzan los pies;
y lo de:
presas obesas que claman merienda y pastel,
que claman vigilia llorando
hiel.