miércoles, 10 de julio de 2013

Coágulos marinos

Comiendo uvas me consumo en mis arenas y mis existencias para volver a lo que había sido antes. Nada que haya en el fondo del vaso merece ser consumido por segunda vez.

Mientras el agua corre, el sol ocasiona cáncer a las farolas. Luz, azul, hueco ambiente en tenues luces que disparatan embarazos. Frío y el rompeolas que cae en su ocaso hunde mi cuerpo en su vientre.

MAREA

Agua, sal, espejos. Las arenas se incrustan en las uñas y se incrusta en crustáceos castillos. En viento raso. No ahuyenta la hiena imponente al náufrago vacío. Éste se enfrenta con su sed, por lo que devora fluidos salados de él, devora su propio ser estrógeno para poseer alas.

miércoles, 3 de julio de 2013

La hiena no despertará

"El hilo era el lazo. Parecía mirar, pero no miraba, porque no miraba, ¿a dónde miraba? Miraba a los árboles y a los columpios pero no miraba a quién estaba jugando en ellos, entonces, ¿por qué miraba? El círculo gira y enreda a quienes juegan a la ouija en su tela de araña, le enreda a él, y a ella, y a Él también.

Él insiste porque aún el círculo le persigue en sus pesadillas:

- Quieres creer que es real, pero no lo es.

-  Pero lo real soy yo, y tú, tú no existes. Existes para mí y por mí y eso te libra de desprecios; de los que yo sí sufro. Ojalá fuera así si yo no existiera.

Pero odia este caprichoso sufrimiento.

El lazo atraviesa la cueva para conducir al otro lado, para elevar a los pródigos a cárceles celestiales y luego arrojarlos a la lava amarilla. Un guardían custodia el ocaso de éstos, era el que no miraba, el que miraba al vacío. Se disfrazaba de guardián que por las noches y salía a las afueras para amamantar a los prosélitos anhelantes de huir de la cueva"



Pugniato o "busco una nueva cueva".

Mi cueva
es la morada del ogro
que muge yermo de altas coces
que lo elevan al azul.

Una vez allí
cae estrepitosamente
contra el suelo.

Llora, y no le hago caso porque su nariz sangra sangre púrpura
de la que nacen quimeras centinelas que
custodian su agonía.

La imagen se 
desvaneceporquenoexiste.
Y en el interior del zulo que me habita las gotas cuajadas reflejan el fin
de una era.

El pez me contagia, la medusa me lanza su sangre y la inserta en mi vena vacía, 
¿por qué no lo evito? La cueva guarda en su seno la luz,

los cerebros inmolados centinelas.